7 consejos para controlar su EPOC en verano y evitar recaídas
7 consejos para controlar su EPOC en verano y evitar recaídas
Las vacaciones son sinónimo de descanso y desconexión. El hecho de que padezca una enfermedad pulmonar crónica no tiene porqué ser un impedimento para disfrutar plenamente de ellas. Tan solo tiene que seguir con su rutina habitual, y eso sí, mantener una serie de pautas que le permitan tener su EPOC bajo control, para no tener ningún sobresalto.
Son pautas sencillas, seguramente ya las conoce, pero llegado el período estival, nos encontramos que muchas de las personas que tratamos, al encontrarse mejor, deciden no seguir con ellas.
Ese cambio provoca, que, a la vuelta de las vacaciones, y ante cualquier pequeño descenso de temperatura, se pueda tener una recaída.
Por lo tanto, como queremos que no piense en nada más que en disfrutar de sus días de descanso, y que vuelva con energía renovada, siga al pie de la letra estos 7 consejos que le damos:
1. No deje de tomar su medicación.
Su médico seguramente se lo habrá repetido hasta la saciedad.
Le habrá comentado que, si tiene pensado viajar, debe ser estrictamente cumplidor con su medicación. Lógico, nosotros también se lo aconsejamos.
Y es que no debe saltarse u olvidar su dosis, porque gracias a mantener una buena adhesión a su tratamiento, va a conseguir estabilizar su enfermedad y reducir sus síntomas.
Otra de las recomendaciones que le hacemos es que lleve su medicación para el doble de tiempo que vaya a estar fuera de su domicilio. De este modo, se asegura tener su dosis ante cualquier eventualidad que pueda surgirle.
Tenga siempre a mano la medicación para asegurarse su buen estado.
2. Realice todos los días los ejercicios y técnicas de fisioterapia respiratoria.
Con el verano, la sintomatología respiratoria suele mejorar por lo que el paciente se confía y deja de lado el tratamiento de fisioterapia respiratoria.
Hay algo que tiene que tener presente siempre, y es que su enfermedad crónica le produce un deterioro progresivo de sus pulmones, por lo que la Rehabilitación Respiratoria es imprescindible.
Antes de viajar, debe hablar con su fisioterapeuta respiratorio y comentarle su destino de vacaciones, para que este pueda ajustar el tratamiento y darle nuevas pautas y recomendaciones.
3. Manténgase hidratado y tenga una alimentación saludable
Lleve siempre encima una botella de agua. Evite las bebidas alcohólicas o con gas.
Si tiene pautados diuréticos (por los que la ingesta de agua está limitada a litro y medio al día), beba de vez en cuando pequeños sorbos para mantener la garganta húmeda, fresca, y así evitar la sed.
No realice comidas con mucha sal o grasientas. Fracciónelas a lo largo del día y en cantidades moderadas. Consuma preferentemente frutas y verduras.
Por si no lo sabía la dieta también afecta a su EPOC. Tener una mala alimentación empeora la función pulmonar, su calidad de vida y aumenta las probabilidades de que pueda desarrollar más problemas de salud.
Necesita alimentarse bien.
Al padecer una enfermedad pulmonar crónica, inhalar y exhalar el aire de sus pulmones implica más trabajo y más energía.
Se suele recomendar que en la dieta se incluyan alimentos como el pescado azul, brócoli y soja porque poseen propiedades como los ácidos grasos Omega-3, flavonoides y sulforafanos que ayudan en la salud pulmonar.
En verano se suele ganar en torno a 2-5kg., por lo tanto, controle el sobrepeso porque esta circunstancia dificulta aún más la respiración.
4. Ropa no adecuada.
Lleve la cabeza tapada, vestimenta cómoda y fresca, evitando siempre aquellas prendas ajustadas en la zona del abdomen.
5. No realice actividades en las horas más calurosas del día.
Evite las salidas a la calle en las horas de más calor.
La exposición a temperaturas elevadas origina más problemas a las personas más sensibles al calor, como son personas mayores y aquellas que tienen enfermedades respiratorias crónicas.
6. Evite destinos que se encuentren a mucha altitud.
A la hora de elegir un destino de vacaciones, tenga muy en cuenta la altitud a la que estará ubicado.
Una altura mayor de los 1.000 o 1.500 metros puede generarle complicaciones. Esto es por una razón, a medida que el cuerpo asciende, la presión atmosférica disminuye y, por lo tanto, también lo hace la presión de oxígeno, que es la que determina la cantidad de oxígeno que va a respirar.
Como consecuencia, la sensación de ahogo o falta de aire aumenta.
7. Cuidado con los cambios bruscos de temperatura.
Uno de los problemas más importantes que surgen en los viajes a los pacientes con enfermedades pulmonares, es el riesgo de exposición a cambios bruscos de temperatura.
Aire acondicionado, calor, corrientes de aire, etc… Todas estas situaciones facilitan la adquisición de infecciones respiratorias, que pueden disparar una exacerbación de la patología pulmonar.
Hable con su neumólogo y pregúntele qué medicación puede utilizar si aparecen síntomas de infección respiratoria y/o una exacerbación de la EPOC.
Como ya le decíamos al principio, son pautas sencillas que puede llevar a cabo fácilmente y que le ayudarán a seguir controlando su enfermedad, y sobretodo, a disfrutar de sus vacaciones tranquilamente.
Si la medicación se le hace cuesta arriba en época estival, en este artículo le hablamos sobre 5 trucos para no dejar su medicación en verano y evitar recaer en otoño
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Marta Godín Vivancos
- Graduada en Fisioterapia por la Universidad Pontificia de Comillas, nº colegiada 010328.
- Máster en Fisioterapia Respiratoria en IACES.
- Experta en Fisioterapia respiratoria pediátrica en la Universidad La Salle.
- Formación en Terapias Respiratorias a Domicilio TRDs por la Sociedad Española d Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR)
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