Razones por las que su hijo debería practicar deporte si tiene asma
Razones por las que su hijo debería practicar deporte si tiene asma
Las crisis respiratorias son una de las mayores preocupaciones de los padres que tienen hijos asmáticos. Para intentar evitarlas en la medida de lo posible, muchos de ellos deciden que su hijo no realice deporte. Y eso, es un error. Aquí le explicamos por qué.
El asma es una enfermedad respiratoria crónica y obstructiva, que, debido a factores genéticos y ambientales, hace que el revestimiento interno de las vías respiratorias se inflame, estas produzcan más moco de lo normal y se obstruyan.
Además, los músculos que rodean los bronquios se contraen, lo que se denomina broncoespasmo y todo ello hace que se reduzca el espacio por donde pasa el aire, provocando en el niño dificultad respiratoria.
Cuando se padece esta enfermedad, las vías respiratorias están inflamadas la mayor parte del tiempo, incluso cuando no se tienen síntomas. De ahí la importancia de seguir un plan de acción contra el asma y no dejar de tomar la medicación.
“El asma es una enfermedad muy frecuente en niños y adolescentes. Casi el 10% de ellos suele padecerla. La forma en que el asma afecta a los niños varía a lo largo de su vida. En algunos, los síntomas empeoran con el tiempo. En otros, aparentemente desaparecen a medida que se desarrollan los pulmones. La realidad es que en la edad adulta, la mayoría de las veces, los síntomas reaparecen”. Intermountain Healthcare
Aún no se sabe cuál es su origen, pero sí los desencadenantes que pueden ocasionar episodios frecuentes de asma: antecedentes familiares, infecciones respiratorias repetitivas a edad temprana, sustancias irritantes para la mucosa, incluso la actividad física.
¿Es bueno practicar deporte si se tiene asma?
Cualquier actividad deportiva requiere de un esfuerzo físico considerable, y la sobre inhalación de aire frío y seco hace que los síntomas habituales del asma (sibilancias, tos, falta de aliento y opresión en el pecho) se agudicen.
Sin embargo, la solución no pasa por prohibir el deporte en los niños asmáticos. Es fundamental que realicen actividad física, porque gracias a ella van a conseguir:
- Fortalecer su musculatura respiratoria y aumentar su capacidad pulmonar. Al conseguir pulmones más elásticos y oxigenados, su asma mejora.
- Reducir las crisis
- Mejorar su tolerancia al esfuerzo.
- Evitar el sobrepeso. Algo muy importante porque esta circunstancia puede empeorar los síntomas del asma en su hijo.
Hay grandes deportistas con asma que han conseguido medallas olímpicas. Si su hijo quiere practicar deporte, no se lo impida, ni tampoco le meta miedo en el cuerpo diciendo lo que le podría pasar si sufre una crisis.
Desde el primer momento hable con él con naturalidad sobre la enfermedad, el tratamiento, cómo actuar, que precauciones debería tomar, etc…
Evidentemente, si el niño es muy pequeño, los padres serán los que se tendrán que hacer cargo de su tratamiento y control. Eso sí, de cómo gestionen la situación con el niño, dependerá el grado de implicación y responsabilidad que tendrá él, a la hora de hacerse cargo de su enfermedad.
Es decir, que si le transmite a su hijo angustia cada vez que sufre una crisis asmática, lo único que va a conseguir es que cuando le ocurra, tendrá miedo, y decidirá no hacer esfuerzos físicos para evitar que se repita.
Por lo tanto, no se preocupe, si su hijo quiere practicar un deporte, siguiendo al pie de la letra el tratamiento farmacológico que le haya pautado su médico, teniendo a mano el medicamento de rescate si sufre una crisis, y sabiendo gestionar y controlar la enfermedad, no tendrá problemas.
Entonces ¿qué deporte sería el más indicado para mi hijo si tiene asma?
Puede practicar cualquier deporte.
Sin embargo, hay algunos que requieren de un mayor esfuerzo físico, y por consiguiente, más posibilidades de que en algún momento pueda sufrir una crisis asmática.
La natación es uno de los deportes más recomendados para personas con asma. Con ella se fortalece la musculatura bronquial, no supone mucha presión pectoral y además favorece la hidratación de las vías respiratorias, ya que se practica en un ambiente húmedo y cálido.
Como inconveniente el cloro, que es una sustancia irritante, y además se deben evitar las carreras cortas que suponen un sobre esfuerzo.
Golf, béisbol y gimnasia rítmica son actividades que implican menor riesgo de sufrir una crisis respiratoria.
Los deportes de resistencia como el ciclismo, los que requieren mucha energía como el fútbol y el baloncesto, y aquellos que se practican en entornos fríos como el hockey sobre hielo o el patinaje, suponen un gran reto para las personas asmáticas, pero no hay problema para practicarlos si siguen unas pautas.
Pautas para practicar deporte y evitar una crisis asmática
Es fundamental que su hijo tenga una buena adhesión a su medicación. Si se toman con regularidad, los medicamentos de control ayudan a reducir los síntomas del asma y las crisis.
Antes de comenzar la actividad física debe realizar un calentamiento y ejercicios de respiración para expandir los pulmones y evitar la presión en el pecho.
Debe enseñarle a reconocer los síntomas previos a una crisis. Estas suelen ser algunas de las señales de advertencia:
- Suspirar continuamente.
- Cosquilleo en la garganta.
- Dificultad para llenar los pulmones de aire.
- Sensación de “tener el pecho lleno”.
- Carraspeo y tos.
Durante los entrenamientos y partidos tiene que tener a mano el medicamento de rescate por si lo necesitara en un momento determinado. Es importante que tanto el entrenador, como los compañeros de equipo, sepan que tiene asma, para poder apoyarle y ayudarle cuando lo necesite.
Tiene que aprender a respirar por la nariz, en vez de por la boca, mientras hace ejercicio. De este modo, se consigue que el aire llegue a todos los rincones del pulmón, se llene por completo y tenga una mejor oxigenación.
Además, al respirar por la nariz, regula la humedad y la temperatura del aire, para que, al llegar a los pulmones, este no esté tan frío.
También debe evitar realizar ejercicio físico cuando haya una alta concentración de polen en el ambiente.
¿Por qué aprender técnicas de respiración puede ser beneficioso si tiene asma?
La sensación que tiene una persona cuando sufre una crisis asmática, es la de no ser capaz de llenar por completo sus pulmones de aire. Tiene dificultad para respirar, también para exhalar y siente presión en el pecho.
A medida que la crisis empeora, los músculos intercostales y de la garganta se retraen con cada inhalación, es lo que se denomina tiraje respiratorio. La respiración se vuelve más acelerada y superficial, y esto provoca en la persona una gran angustia y nerviosismo que no beneficia en absoluto.
Si su hijo aprende a controlar su respiración, va a poder gestionar mucho mejor las crisis asmáticas, reducir su frecuencia y recuperar su función pulmonar más fácilmente.
Lo ideal es que aprenda estas técnicas de control respiratorio en los períodos donde se encuentre más estable, que las practique habitualmente, para así estar entrenado y en el momento de padecer una crisis, las utilice correctamente.
El fisioterapeuta respiratorio además de enseñarle a respirar para conseguir mejor oxigenación, también le enseñará a hacer un buen uso de los inhaladores, a gestionar la tos y a eliminar las secreciones con técnicas de limpieza bronquial.
Si necesita que uno de nuestros fisioterapeutas respiratorios evalúe el estado de salud de su hijo y diseñe un plan específico para mejorar los síntomas que provoca el asma, puede solicitar una cita con nosotros aquí.
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Marta Godín Vivancos
- Graduada en Fisioterapia por la Universidad Pontificia de Comillas, nº colegiada 010328.
- Máster en Fisioterapia Respiratoria en IACES.
- Experta en Fisioterapia respiratoria pediátrica en la Universidad La Salle.
- Formación en Terapias Respiratorias a Domicilio TRDs por la Sociedad Española d Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR)
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