Cómo los problemas respiratorios durante la infancia pueden repercutir en la edad adulta
Cómo los problemas respiratorios durante la infancia pueden repercutir en la edad adulta
Desde hace un tiempo está cogiendo fuerza la idea de que los problemas respiratorios recurrentes durante la infancia pueden ocasionar lesiones pulmonares permanentes, convirtiéndose en un factor de riesgo para enfermedades crónicas posteriores como el asma o la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC).
“La Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) advierte que entre un 3% y un 7% de la población adulta con diagnóstico de asma crónico tiene antecedentes de problemas respiratorios en la infancia”.
Los pulmones son generalmente los últimos órganos en desarrollarse completamente. Su formación y desarrollo se inicia hacia la quinta semana de gestación y no termina hasta los primeros años de vida.
En el embarazo, tiene lugar la aparición de todo el árbol bronquial con sus bronquios, bronquiolos y sacos alveolares, dando lugar a un pulmón viable. Sin embargo, el gran desarrollo pulmonar ocurre a partir del parto, cuando los alveolos crecen aceleradamente en número a lo largo de los primeros meses de vida, aunque este fenómeno se prolonga hasta los 8 años. A medida que el niño va sumando años, las estructuras respiratorias aumentan de longitud y tamaño siguiendo el desarrollo de la caja torácica, acorde al resto del organismo, hasta la edad adulta.
Este proceso coordinado y complejo, hace que el sistema respiratorio de un niño sea sensible e inmaduro. Las complicaciones respiratorias en los primeros años de vida del niño pueden afectar al desarrollo normal de los pulmones, ocasionando daños irreversibles con consecuencias importantes en la edad adulta.
“La Organización Mundial de la Salud (OMS) determina que los virus relacionados con los problemas respiratorios en la infancia, especialmente en los niños menores de 2 años, puede aumentar el riesgo de desarrollar EPOC en la edad adulta”.
Los adultos debemos tomar consciencia de este problema y mirar por la salud de los más pequeños. No podemos impedir que los niños enfermen, pero si podemos prevenir posibles complicaciones respiratorias. En este sentido, podemos llevar a cabo una serie de medidas entre las que se encuentran: proporcionarles un ambiente limpio, libre de partículas de polvo, agentes contaminantes o humo de tabaco, además de mantener limpia la nariz, esencial para evitar que la mucosidad llegue al pecho y ocasione problemas respiratorios más graves.
Lejos de ser un tópico “los niños son como esponjas”, y muchos de sus rasgos de comportamiento surgen a partir de la influencia de su entorno y situaciones vividas durante su infancia. Si les inculcamos desde pequeños a cuidar de su salud, así como del aire que respiran, estas medidas las repetirán el día de mañana.
¿Qué medidas toma para cuidar de la salud respiratoria de sus hijos?
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Marta Godín Vivancos
- Graduada en Fisioterapia por la Universidad Pontificia de Comillas, nº colegiada 010328.
- Máster en Fisioterapia Respiratoria en IACES.
- Experta en Fisioterapia respiratoria pediátrica en la Universidad La Salle.
- Formación en Terapias Respiratorias a Domicilio TRDs por la Sociedad Española d Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR)
