¿Por qué son importantes los mocos?
¿Por qué son importantes los mocos?
Para muchos resulta bastante desagradable solamente escuchar la palabra mocos. Sin embargo, esta sustancia tan pegajosa es muy importante para nuestra salud. Los diferentes tipos de mocos pueden ser indicadores tanto de buena salud, como de ciertos problemas médicos como infecciones respiratorias.
Seguramente no conozcas muchas de las funciones que realizan los mocos verdes, o el moco blanco. Por esto mismo, a continuación, te contamos algunas curiosidades sobre los mocos que te ayudarán a entender mejor por qué esta secreción viscosa es nuestra mejor aliada para protegernos de agentes externos.
¿Cuánto moco generamos?
En condiciones normales, una persona sana produce alrededor de 10 ml de moco al día, de color trasparente y de aspecto similar al de la clara de huevo.
Cuando se produce un aumento en la producción de moco que hace que este se acumule en la vía aérea y la obstruya, el sistema respiratorio tiene que trabajar más. En estos casos podemos llegar a tener pulmones con mocos.
Si hay una mala ventilación pulmonar, se tienen que aplicar técnicas para eliminar estas secreciones.
El moco actúa como sistema de limpieza
El interior de la nariz está recubierto por una capa de moco que actúa como barrera protectora del sistema respiratorio.
Su función principal filtrar, evitando así que lleguen partículas nocivas o agentes infecciosos al interior de los pulmones.
El moco también está presente en la tráquea, bronquios y bronquiolos, así como otras partes del cuerpo. Su función es favorecer el arrastre y eliminación de las secreciones.
¿De qué están formados los diferentes tipos de moco?
El moco sano y todos los tipos de mocos, se constituyen con una base de anticuerpos que ayudan a reconocer bacterias, virus, enzimas que protegen al cuerpo y proteínas.
Esto les aporta esa consistencia viscosa y pegajosa, que hace que los gérmenes no se sientan “como en casa”.
Diferentes tipos de mocos
Como hemos comentado, los diferentes tipos de mocos nos dan pistas sobre el estado de nuestra salud. Saber interpretar lo que nos pueden decir dependiendo de su color es fundamental tanto para la medicina general, como para la fisioterapia respiratoria en particular.
Moco blanco claro, abundante y líquido
Los mocos son un mecanismo de defensa natural del organismo y su presencia es un signo de buena salud, siempre que su cantidad sea proporcionada. Pero esto puede cambiar.
Aunque el moco blanco trasparente sea considerado normal, su aumento en la cantidad y su aspecto líquido, llegando a gotear por los orificios nasales y garganta, se asocia a catarros y alergias.
Amarillento y pegajoso
Si la mucosidad adquiere un color amarillento y de aspecto más pegajoso, indica que hay una infección leve afectando a nuestro sistema respiratorio y que nuestras defensas están actuando como respuesta para que no progrese.
Este color lo dan los glóbulos blancos y otro tipo de células que combaten a los patógenos, oscureciéndose un poco al eliminarlos a través de las secreciones nasales.
Mocos verdes y sólidos
Si los mocos pasan a tener un color verdoso y de aspecto mucho más sólido, significa que la infección es mucho más agresiva. Esto se debe a que el color se lo dan los glóbulos blancos muertos.
Para valorar si la infección es viral o bacteriana al detectar estos mocos verdes, lo mejor es acudir a la consulta de tu médico.
Color rojo
Si al expectorar el moco tiene color rojo, indica la presencia de sangre procedente de vías respiratorias, conocido como hemoptisis. Debemos aprender a diferenciarlo del sangrado procedente de heridas en la boca y garganta, ya que puede confundirnos.
También puede presentar un color rosado si la sangre se encuentra en una cantidad menor.
En niños menores de 2 años es un síntoma por el que debe realizarse inmediatamente una visita al médico. En adultos, si la causa es desconocida, te cuesta respirar, el sangrado dura más de 30 minutos y produces una gran cantidad de sangre, lo mejor es igualmente visitar a tu médico.
Color café o anaranjado
Este color más oscuro, entre los diferentes tipos de mocos, puede deberse a un sangrado de hace un tiempo que se expulsa a través de la mucosidad.
En caso de ser fumador, también se puede deber al consumo de tabaco. Otros motivos pueden ser el haber respirado polvo o polución, que ha sido frenado por la mucosidad y se expulsa tras haberla teñido.
Color negro
Este tipo de mocos son raros de ver y si se presentan, lo más probable es que respondan a una infección micótica, es decir, causada por hongos.
Se diferencian 4 tipos de sinusitis micóticas producto de este tipo de infección, en las que la mucosidad puede presentar un color negruzco:
- Por micetomas: se encuentra presencia de esporas en las cavidades nasales. Para eliminarlas ha de llevar se a cabo un raspado del área infectada.
- Alérgica: aquellas personas que hayan sufrido rinitis alérgica son más propensas a presentarla. Esta infección se elimina por medio de cirugía.
- Indolente: el paciente presenta también hinchazón facial, dolores de cabeza y alteración visual.
- Fulminante: la infección daña la zona de los senos nasales y el área ósea facial.
Como hemos comentado, este tipo de mocos son muy raros de ver, pero si hubiese presencia hay que acudir al médico de inmediato.
¿Influye la ingesta de determinados alimentos para generar más o menos mocos?
Hay ciertos alimentos que pueden cambiar el color de los tipos de mocos o la densidad de las flemas, como es el caso de la leche, haciendo que estas sean menos transparentes y algo más pastosas, pero sin llegar a producir mayor cantidad.
Muchas veces se les recomienda a los padres, que cuando los niños están muy congestionados se eliminen de su dieta los lácteos, ya que así generarán menos mocos. La leche no produce más cantidad de mucosidad, es más, para niños pequeños es fundamental para su crecimiento.
Si tienen mucha congestión, es mejor hacer coincidir una buena limpieza nasal con las horas de alimentación, para que se limpien las vías respiratorias, coman más tranquilos y no terminen por vomitar los alimentos.
Pulmones con mocos
La presencia de mocos en los pulmones suele ser síntoma de bronquitis aguda, también conocida como resfriado de pecho.
La presencia de mucosidad se debe a una inflamación de las vías respiratorias, que al presentar esta condición generan moco.
Las causas se pueden deber a una infección vírica, lo cual es lo más común, pero en ciertas ocasiones también a infección bacteriana.
Los pulmones con mocos causados por bronquitis generan tos, pero también otros síntomas como dolor de pecho, dolor de garganta, fatiga o dolores corporales. En caso de presentar síntomas más graves como fiebre, mocos con sangre o dificultad para respirar, hay que visitar al médico.
Si se ha diagnosticado un caso apropiado para ello, se puede eliminar la mucosidad por medio de la fisioterapia respiratoria, a través de diferentes ejercicios y técnicas, para aliviar y mejorar la situación del paciente.
Ahora bien, ¿por qué es interesante conocer todo esto?
Los cambios en la cantidad, color o aspecto de los mocos puede ser un signo de alerta a tener en cuenta a la hora de identificar posibles problemas respiratorios.
Por ello, es crucial llevar a cabo un control de la mucosidad con una correcta limpieza de nuestro sistema respiratorio, eliminando las secreciones tanto por nariz como por garganta.
En este punto, el uso de la fisioterapia respiratoria puede ser de gran ayuda, evitando la acumulación excesiva de mocos de cualquier tipo. De esta manera podremos prevenir o tratar cualquier problema respiratorio y evitaremos posibles complicaciones.
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Marta Godín Vivancos
- Graduada en Fisioterapia por la Universidad Pontificia de Comillas, nº colegiada 010328.
- Máster en Fisioterapia Respiratoria en IACES.
- Experta en Fisioterapia respiratoria pediátrica en la Universidad La Salle.
- Formación en Terapias Respiratorias a Domicilio TRDs por la Sociedad Española d Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR)
