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Cómo reducir los síntomas de su EPOC con un programa de entrenamiento al esfuerzo

07Ene2019

Cómo reducir los síntomas de su EPOC con un programa de entrenamiento al esfuerzo

Sabemos que realizar cualquier actividad del día a día supone para el paciente pulmonar crónico un esfuerzo titánico, además de tener constantemente la sensación de falta de aliento o disnea. Para mejorar este síntoma, aprender a respirar correctamente y obtener una mayor oxigenación, es fundamental que lleve a cabo un programa de entrenamiento al ejercicio.

Si no puedo dar dos pasos sin cansarme, ¿cómo voy a hacer los ejercicios?

Seguramente es lo que está pensando en estos momentos.

En realidad, no se trata de que el primer día haga una tabla con múltiples actividades que le dejen exhausto, sino más bien realizar sesiones de ejercicios adaptados a su propio ritmo y que en función de sus posibilidades, poco a poco vaya incrementando la intensidad de éstos.

Para ello es necesario que su fisioterapeuta respiratorio le realice una evaluación de su estado de salud , y así determinar qué tipo de programa de rehabilitación pulmonar es el más indicado para Ud.

A partir de ahí, realizar el plan de ejercicios deberá formar parte de su rutina diaria. Aproveche los días soleados para salir a la calle y pasear, y cuando el tiempo no lo permita, haga la tabla desde su propio domicilio. La idea es que todos los días se mantenga activo.

 

La inactividad prolongada se asocia a una pérdida progresiva de masa muscular, lo que contribuye a empeorar aún más su condición física y su disnea.

 

Consecuencias de la inactividad

Desgraciadamente, la EPOC genera una disminución de la tolerancia al esfuerzo, y si no pone de su parte, la inactividad le traerá como consecuencia una peor calidad de vida.

¿Por qué?

Pues porque la falta de ejercicio hace que pierda masa muscular en piernas y brazos, esto hace que su condición física empeore, y, por lo tanto, le origine un mayor cansancio a la hora de hacer las actividades de su día a día.

Pero no solo eso, sino que, además, pueden empeorar los síntomas de su enfermedad, provocándole:

  • Aumento de las infecciones respiratorias e ingresos hospitalarios
  • Mayor dependencia de familiares y cuidadores
  • Falta de motivación y tendencia a la depresión.

Entonces, ¿no cree que merece la pena realizar un poco de ejercicio cada día y mantenerse activo para evitar un empeoramiento de su salud?

Nosotros creemos que sí, así que aquí le mostramos los 5 elementos básicos que forman parte de un programa de fisioterapia respiratoria, para que desde hoy mismo empiece a ponerlos en práctica.

ejercicios de fisioterapia respiratoria

1.- Calentamiento

Debe calentar sus músculos y articulaciones durante cinco minutos mediante movimientos amplios de brazos y piernas antes de comenzar con la tabla de ejercicios.

2.- Resistencia aeróbica

Caminata, bicicleta estática, ejercicio de subir escalones, máquinas elípticas o cualquier actividad que haga que su corazón bombee sangre de forma más rápida.

La actividad de resistencia ayuda al cuerpo a usar el oxígeno de forma más eficaz.

Este entrenamiento hace que toda la actividad que lleva a cabo durante el día (estar de pie, ducharse, cocinar, hablar por teléfono, reírse, etc.) le resulte más fácil y menos agotadora.

3.- Estiramientos.

Los ejercicios de flexibilidad son estiramientos suaves de los grupos musculares, que le proporcionan una buena movilidad de sus articulaciones.

Con estos ejercicios reduce los dolores musculares y articulares, permitiéndole moverse de forma más cómoda.

El objetivo principal de los estiramientos es flexibilizar los músculos y articulaciones de la caja torácica, para proporcionarle una mejora en su respiración.

Puede descargarse los ejercicios de estiramiento aquí.

4.- Entrenamiento de fuerza.

Este entrenamiento incluye ejercicios musculares concretos a los que se le aplica una resistencia adaptada a sus necesidades, de este modo, puede realizarlos de una forma sencilla y segura.

Desarrollar la fuerza muscular de brazos, piernas y tronco, le permitirá hacer las actividades de la vida diaria con menos esfuerzo muscular y respiratorio.

Gracias a estos ejercicios sentirá más seguridad, por ejemplo, a la hora de subir escalones o incluso para coger una jarra llena de agua.

Puede descargarse nuestra ficha con los ejercicios de fortalecimiento muscular aquí

5.- Enfriamiento

La fase de enfriamiento debe estar siempre presente en sus sesiones de actividad física.

Consiste en bajar poco a poco el ritmo de la actividad que está desarrollando, permitiendo de forma adecuada, adaptar su sistema muscular, articular y cardíaco a la nueva situación de calma.

Repita los ejercicios de estiramientos anteriormente citados.

Consejos para obtener un mayor beneficio de su plan de actividad física

Para conseguir que los ejercicios que va a realizar sean lo más efectivos posible y no pongan en riesgo su estado de salud, debe tener en cuenta los siguientes consejos:

  • Realice los ejercicios en un lugar confortable.
  • Respire de forma continua, al ritmo de los movimientos.
  • Haga los estiramientos de manera lenta y pausada, antes de los ejercicios, sintiendo una leve tirantez.
  • Utilice siempre resistencias moderadas y cómodas (banda elástica, botellas pequeñas de agua) para el fortalecimiento muscular.
  • Observe las imágenes de las tablas y reproduzca las posiciones.
  • Empiece la actividad de manera progresiva y evite terminar de manera brusca.
  • Haga los ejercicios cuando se encuentre en buenas condiciones, sin fiebre, mareos o debilidad.
  • Consulte a su médico si necesita aumentar el flujo de oxígeno que habitualmente utiliza, cuando realice los ejercicios.

¿Cómo saber si está haciendo bien los ejercicios?

Le recomendamos que en un cuaderno registre su actividad, como si fuera un diario, donde anote cada día los objetivos que ha cumplido.

Especifique la fecha, el ejercicio que ha realizado, el tiempo (empiece por 20 minutos y vaya subiendo poco a poco), la frecuencia (2 o 3 veces por semana) y el esfuerzo que le ha supuesto.

Para determinar el nivel de esfuerzo y dificultad respiratoria puede consultar la escala de disnea de Borg.

A medida que pasan las semanas podrá comprobar con su cuaderno, como su falta de aliento se ve reducida poco a poco cuando realiza ejercicio, no siente tanto cansancio y el esfuerzo que emplea es menor.

Además, este diario puede servirle para informar a su médico de los avances conseguidos.

Si aún así, no ve resultados, siente que algo no está haciendo bien y necesita un control y seguimiento de sus actividades, solicítenos una cita para comprobar que está realizando los ejercicios correctamente y si no, adaptarlos a sus necesidades para conseguir los objetivos marcados.

    • Marta Godín Vivancos
    • Graduada en Fisioterapia por la Universidad Pontificia de Comillas, nº colegiada 010328.
    • Máster en Fisioterapia Respiratoria en IACES.
    • Experta en Fisioterapia respiratoria pediátrica en la Universidad La Salle.
    • Formación en Terapias Respiratorias a Domicilio TRDs por la Sociedad Española d Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR)

EPOC, Disnea, Ejercicio

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