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respirar por la boca

Los 7 trastornos más habituales que provocan en el niño respirar por la boca

09Ene2018

Los 7 trastornos más habituales que provocan en el niño respirar por la boca

Hay niños que toman el hábito de respirar por la boca, esto puede ser provocado por diferentes motivos. Al tener dificultades para respirar por la nariz, lo hacen utilizando la boca, son los llamados respiradores bucales.

La nariz es la estructura anatómica encargada de introducir el aire en los pulmones, cumpliendo con dos funciones fundamentales:

1.- Calentar y humedecer el aire para que llegue a los pulmones con una temperatura agradable.

2.- Filtrar para evitar la entrada de partículas nocivas o agentes infecciosos que puedan ocasionar complicaciones respiratorias.

¿Qué es la respiración bucal?

La respiración bucal no es una enfermedad sino un síndrome y aparece cuando existen limitaciones en la respiración nasal por una obstrucción en la nariz o en la laringe. En el caso de la nariz puede deberse a un exceso de moco, presencia de un cuerpo extraño, tabique desviado o tumores. En el caso de la faringe se relaciona con vegetaciones o anginas demasiado grandes. Estas causas pueden llegar a dificultar y comprometer la respiración nasal de los más pequeños. 

La función de la boca no es otra que la de alimentar ya que no tolera el aire. La respiración bucal en el niño, mantenida en el tiempo, genera trastornos en su maduración y crecimiento difíciles de revertir.

¿Cuáles son los problemas que causan al niño respirar por la boca?

1# Alteraciones craneofaciales
La nariz, debido a su desuso, es más pequeña. Al quedar la boca abierta, la lengua se mantiene sobre la dentadura inferior e incluso tiende a salirse. De esta manera se pierde el estimulo lingual sobre el paladar que repercute en el crecimiento normal de los huesos del cráneo, dando lugar a caras alargadas y estrechas. Las mejillas son flácidas y los labios carecen de tono, lo que impide que la boca se cierre, dotando a la saliva de una textura más espesa y aumentando el babeo.

2# Problemas dentarios
Al no contactar la lengua con el paladar, éste no se ensancha, y los incisivos superiores carecen de espacio creciendo apiñados y desviados hacia delante. Los incisivos inferiores, con el peso de la lengua, crecen torcidos y mal colocados. Esto hace que la mandíbula no encaje y ocasione problemas en la mordida.

3# Dificultades en la fonación
Los cambios en la forma de la cara y la poca fuerza de la musculatura orofacial hace que estos niños tengan mayor dificultad en la emisión de determinados fonemas.

4# Problemas de oído
Al no respirar por la nariz, el oído, conectado a la misma por la trompa de Eustaquio, no se ventila. Esto favorece el acumulo de moco que puede llevar a otitis de repetición o problemas de audición.

5# Afectación de la alimentación
Son niños incapaces de comer con la boca cerrada y al tener que comer y respirar por la misma vía, suelen presentar movimientos y ruidos compensatorios. Tienden a masticar poco y tragar rápido, aumentando así el riesgo de atragantamiento.

6# Alteraciones posturales
Al respirar por la boca, el niño cambia su esquema corporal. Tiende a adelantar la cabeza y echar los hombros hacia delante, arqueando la espalda y dejando el abdomen fuera. Su respiración es superficial por lo que no utiliza correctamente la musculatura del tórax la cual se debilita por desuso. Esto les lleva a experimentar dolores de cuello y espalda.

7# Dificultades en el sueño
Estos niños suelen roncar por lo que se despiertan con dolor de garganta y voz ronca. Durante el sueño pueden experimentar pausas en la respiración a causa de la obstrucción en la vía aérea. Esto hace que no tengan un sueño reparador, levantándose cansados y con ojeras, mostrándose somnolientos durante el día, y eso hace que afecte a su capacidad de atención y rendimiento.

Acudir al especialista

Teniendo en cuenta los problemas que trae consigo el ser un respirador bucal, sacamos en claro lo importante que es que los niños respiren por la nariz. Por ello, si se perciben dificultades para respirar correctamente o algún otro síntoma relacionado, debe acudir inmediatamente al pediatra para que lo evalúe e identifique su causa, y así derivarlo al especialista correspondiente que ponga en marcha el tratamiento adecuado para restablecer la función respiratoria.

Como prevención, debemos mantener la nariz de los más pequeños lo más limpia posible a través de los lavados nasales, evitando así el acumulo de secreciones que pueden obstruir la vía aérea, uno de los motivos de la respiración bucal.

En los programas de fisioterapia respiratoria pediátrica se enseña a los padres a realizar correctamente la técnica de lavado nasal en los más pequeños para evitar posibles infecciones.


¿Ha notado que su hijo al respirar lo hace con la boca abierta? ¿Su médico le ha recomendado realizar un tratamiento para reeducar el patrón respiratorio con fisioterapia respiratoria? Cuéntenos su experiencia

    • Marta Godín Vivancos
    • Graduada en Fisioterapia por la Universidad Pontificia de Comillas, nº colegiada 010328.
    • Máster en Fisioterapia Respiratoria en IACES.
    • Experta en Fisioterapia respiratoria pediátrica en la Universidad La Salle.
    • Formación en Terapias Respiratorias a Domicilio TRDs por la Sociedad Española d Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR)

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